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This Is What Hope Sounds Like: “I Can’t Believe It!”

Así suena la esperanza: “¡No lo puedo creer!”

Así suena la esperanza: “¡No lo puedo creer!”

En Maracaibo, Venezuela, donde el 45,1 % de los hogares ha tenido que dejar de comer durante todo un día entre tres y cuatro veces por semana (Codhez, 2023), The House Project mantiene viva una luz de esperanza. 

A través de nuestro proyecto RedHouse, servimos más de 2.400 platos de comida saludable al mes a 350 personas en extrema necesidad, de las cuales aproximadamente el 35 % son niños y niñas. Aunque nuestro enfoque principal es la alimentación nutritiva, creemos que una vida digna también necesita oportunidades para crecer y soñar. 

Gracias al gesto generoso de una donante muy especial, hoy podemos compartir algo profundamente significativo: la posibilidad de que tres niños continúen estudiando durante todo un año escolar.

Desde abril de 2025 hasta abril de 2026, Marcela (9 años), Santiago (6 años) y Kendry (12 años) podrán seguir asistiendo a clases con tranquilidad. La donación cubrirá la mensualidad de su colegio y representa un respiro para sus familias, que trabajan duro cada día, pero no siempre logran cubrir todos los gastos.

En zonas como Maracaibo, muchos niños abandonan sus estudios porque sus padres deben tomar decisiones imposibles: pagar el colegio o garantizar el almuerzo.

Elegimos a estos tres no solo por su necesidad, sino por su inmenso deseo de aprender y salir adelante.

Kendry, un niño wayuu de 12 años, vive con su mamá y su hermana. Su papá falleció. Aunque en otra escuela tuvo dificultades de comportamiento, hoy asiste con regularidad y está comprometido.

Al recibir la noticia, brincó de alegría.
“¡Ahora sí voy a poder terminar el colegio!”, gritó feliz.

Santiago, de 6 años, vive con sus padres, quienes se esfuerzan día a día para que no le falte nada. Aunque sus recursos son limitados, él va al colegio con entusiasmo.

Cuando se le contó, abrió los ojos sorprendido y sonrió sin decir palabra. “¿De verdad voy a seguir en mi colegio?”, preguntó bajito.

Marcela, de 9 años, vive con su mamá, su abuela y su tío con discapacidad. Sueña con ser médica y bailarina, y su mamá —que es maestra— le fotocopia libros para que pueda estudiar.

Cuando supo la noticia, no podía creerlo.
“¡No lo puedo creer!”, dijo con los ojos brillando.

Celebramos que estos tres niños podrán seguir soñando. Tú también puedes hacerlo posible para otros. Dona hoy.

Si quieres más información, escríbenos a contacto@thehouse-project.org

The House Project
#DondeLaLuzSiempreEstáEncendida